Mi nombre es Eva Castiblanco: Y la experiencia que tuve con la doctora Yina, sé que motivará a muchas mujeres que como yo, durante años alimentaron la amargura, el resentimiento, la culpa.
Durante años guarde muchas cosas en mi corazón, cosas que matan el alma: Remordimiento, rencor, temor y estos sentimientos habían causado en mi mucha ansiedad.
Fue terriblemente duro luchar contra estos sentimientos. Sin embargo, doy gracias  a Dios por estar siempre conmigo, cuando sentía que no podía más, El me levantaba  y nunca me soltó de su mano, siempre cuidó de mí, tanto: Que mandó personas que me ayudaran y enseñaran a soltar todo lo que destruía mi felicidad, todo lo que me alejaba de mi familia y del hogar que Dios me prestó.
Siento mucha gratitud con Dios y con una persona muy especial, que me ha enseñado que hacer para ser una mejor persona  cada día.
Gracias Dr. Yina, por ser ese ángel que puso Dios en mi camino, por ser partícipe de mi mejor vivir cada día y por estar en sus oraciones.
Dios la bendiga.
Y mi testimonio es que si no tenemos a Dios en nuestro corazón nada es posible. Y si no hubiera creído en Él no hubiera mandado personas a su servicio en mi caso Dr. Yina fue su instrumento.